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Solar

¿Cómo escoger la estructura idónea para nuestra instalación Fotovoltaica?

11/10/2022 / Por Tecnology and Solution Manager
Los que nos dedicamos al sector del autoconsumo fotovoltaico sabemos de sobras lo mucho que nos atraen las cada vez más extensas garantías que nos ofrecen los fabricantes de módulos y de inversores. Por desgracia, muchas veces no le damos la importancia que se merece a uno de los elementos más importantes de nuestra instalación, las estructuras. A continuación veremos la importancia de una correcta selección tecnológica para este elemento y la importancia de la toma de datos inicial viendo los principales factores que debemos valorar. Además, compartimos con vosotros un recurso súper útil, una plantilla que nos ayudará a la hora de recolectar los datos para el diseño de nuestra estructura.
Estructura para una instalación solar fotovoltaica

En nuestro sector del autoconsumo fotovoltaico, nos obsesionan las garantías de producto y buscamos constantemente que la garantía de nuestros módulos alcance, al menos, los “100 años” y que los inversores CC/AC sigan ese camino… Pero, por desgracia, no es raro que nos “olvidemos” de la importancia del tercer componente básico de nuestra instalación: las estructuras soporte de módulos fotovoltaicos.

Sí, esos elementos que, al igual que los módulos, están “en la calle” los mismos 25 o 30 años que le asignamos a la instalación fotovoltaica como vida útil. Esos elementos que, en demasiadas ocasiones, después de exigirles a los módulos “garantías de por vida”, no le damos tanta importancia a los componentes que seleccionamos e instalamos y la calidad del material que adquirimos… Quizá en demasiadas ocasiones su tratamiento y selección está muy descuidado y parece que vale “cualquier cosa”.

Antes de tratar de convenceros acerca de la importancia de una correcta selección tecnológica para este elemento y de la importancia de la toma de datos inicial, clasifiquemos de forma sintetizada y resumida las soluciones de estructura para tejados analizando tres puntos:

A.- Sistemas coplanares de anclaje directo:

Aquellos que, sea sobre chapa o sobre sándwich, no utiliza la carrilería comúnmente conocida, si no lo que es llamado como micro-rail y/o rail corto. De ahí nuestro término “anclaje directo”. El módulo queda apoyado y anclado sobre una pieza o grupo de piezas que forman una solución muy compacta, casi como si los ancláramos directamente al tejado.

Sistemas coplanares de anclaje directo de módulos fotovoltaicos
Fuentes de las imágenes: Van der Valk Solar Systems y Schletter
Sistemas coplanares de carril para módulos fotovoltaicos
Fuentes de las imágenes: Van der Valk Solar Systems y Schletter
B.- Sistemas coplanares de carril:

Esta solución es la solución coplanar más utilizada en general. Son aquellas que utilizan carriles, normalmente de entre 2 y 4 metros, para sustentar los módulos y se “agarran” por su parte inferior a la pieza de anclaje y al tejado. Característicamente se observan como dos vías de tren paralelas, sobre las que los módulos se apoyan, a ser posible, en montaje vertical.

C.- Sistemas inclinados:

Son aquellas soluciones utilizadas sobre cualquier tipo de tejado, y a veces desgraciadamente, debido a su efecto visual y de seguridad, sobre teja, en las que la superficie de módulos no es paralela a la superficie de apoyo. Utilizan elementos de acero, aluminio u hormigón para obtener una triangulación que nos de esta inclinación deseada y una mejor exposición a la radiación solar.

Sistemas inclinados para módulos fotovoltaicos
Fuentes de las imágenes: Van der Valk Solar Systems y Schletter

Tras esta atrevida clasificación, por ser quizá la más sintetizada que hayamos leído en un artículo que no pretende hablar de la tipología y clasificación de estructuras, volvamos a nuestra idea de darle la importancia a la selección y toma de datos para este “descuidado” ingrediente del Capex. La selección tecnológica podemos definirla como el conjunto de acciones y pasos para tratar de elegir lo que quiero de una manera lo más correcta y profesional posible. Vemos todas esas acciones en la siguiente lista, y si el lector quiere incorpora alguno más, bienvenida sea:

  1. Fabricante. Soluciones, I+D y desarrollo de producto. 

¿Cuál es el esfuerzo que realiza en el desarrollo de soluciones para facilitar nuestra labor de diseño e instalación? La calidad de las soluciones debería ser la que nos aporta profesionalidad y nos ahorra costes y tiempo de montaje.

  1. Fabricante. Posición en el sector. 

¿Cuál es su historia?, ¿Cuál es su apuesta por el sector presente y futuro?, ¿Cuáles son sus planes de crecimiento y mercados? El estado económico y financiero sostenible de un fabricante, así como su coherencia de ello en las garantías dadas, debería ser tan importante como todo lo demás.

  1. Fabricante. Presencia y Servicio.

Tanto a nivel de preventa como de postventa, la apuesta del fabricante y/o sus distribuidores oficiales para estar en un mercado territorial concreto a largo plazo y con los servicios de asistencia, asesoramiento y garantías coherentes a las necesidades de ingenierías e instaladores.

  1. Materiales.

Informarnos sobre el nivel de calidad, composición, dureza, resistencia, durabilidad, galvanizado, anodizado… Y demás características del material usado por el fabricante. Se trate de acero o de aluminio, existen normas nacionales e internacionales sobre su categorización: ¿alguna vez nos hemos interesado sobre esta caracterización de lo que compramos? Invito al lector a que lo haga… No todos los aluminios son iguales, ¿creemos que al pagar menos compramos el mismo tipo de material que lo que hemos calificado como “más caro”?

  1. Garantías.

Además de lo indicado en el punto 2, para pensar en una coherencia con las garantías recibidas, hay un segundo nivel de correlación en el que se encuentra el alineamiento de las soluciones de estructura con la garantía de módulos en sus instrucciones de montaje. ¡Ojo con esto! También invitamos al lector a tenerlo en cuenta e informarse.

  1. Posicionamiento del sistema.

En ocasiones las soluciones para tejados y para suelo son parecidas, pero no iguales. Debemos pensarlas y elegirlas con sus pormenores diferenciadores. Tengamos en cuenta cuales son.

  1. Tecnología particularizada y fijación a la superficie fija.

¿Es un sistema fijo o un sistema de seguimiento a 1 o 2 ejes? ¿Se trata de un sistema flotante? ¿Por qué elegimos una u otra tecnología y de quien la elegimos? Además de la importancia de la relación entre el sistema y el punto de apoyo: ¿Cómo es nuestra selección y caracterización de nuestro sistema de anclaje a la superficie fija?

  1. Precio.

Somos todos tan “expertos” en este punto que, en demasiadas ocasiones, es el único que utilizamos de esta lista, por lo que el redactor se niega a decir nada más sobre el mismo.

  1. Grados de Adaptabilidad

En Amara NZero hemos definido este concepto para observar y entender hasta donde un fabricante se esfuerza por facilitarnos la solución de imprevistos y la flexibilidad de montaje. Definimos la adaptabilidad como las formas y huecos incorporados en las piezas y conjuntos de piezas, en su caso, que nos permiten nivelar y alinear en los tres ejes del espacio, además de girar. Es razonable entender que cuantos menos grados de adaptabilidad tiene una solución, más económica sería la solución, pero más rígida ante situaciones un poquito difíciles o imprevistos.

  1. Toma de datos.

¡Qué importante es esta fase! La fase inicial, la contextualización por ubicación, posición, cargas, solución deseada y tipo de tejado. Y es que és muy importante tener en cuenta que no todas las cubiertas son iguales. No todas soportan el mismo peso, ni todas tienen la misma estructura sobre la que anclar nuestra estructura. Por esto, es importante, en una primera fase, conocer al máximo las características de la cubierta donde vamos a realizar la instalación, como la carga máxima soportada, los distintos puntos donde puede anclar la estructura, la distancia entre ellos, el tipo de material de la cubierta… No es lo mismo poder anclar nuestra estructura cada 50 cm que cada 2.5 m, tener unas vigas de acero, de madera o una losa de hormigón o encontrarnos con que lo que pensábamos que era chapa realmente es amianto y, por tanto, no podemos manipularlo.

Por desgracia, muchas veces se convierte en otra acción descuidada que en muchas ocasiones origina que lo previsto no coincida con lo instalable. Como entendemos que realizar visitas técnicas no siempre es posible queremos invitar al lector a que piense en la importancia de este punto tan básico y fundamental al mismo tiempo y ponemos a su disposición la siguiente ficha (descargar plantilla), para la recogida de datos, el dimensionamiento y la facilitación de la selección de solución estructural de forma profesional y con un valor añadido.

Estructura para instalación solar rudimentaria

Para finalizar me gustaría que nos despidamos con esta imagen para que entendamos que, aunque la estandarización de sistemas de estructura en solar nos hace más profesiones y competitivos, nunca perdamos la creatividad y la imaginación.